Cada día que pasa, el ritmo de vida parece acelerarse, la demanda de productividad siempre va al alza y escasean cada vez más los momentos en los que podemos estar en contacto con nuestra familia, amigos o compañeros de trabajo. Pero no sólo eso, ya que también nos cuesta encontrar tiempo en el día a día para nosotros mismos, algo que deberíamos cuidar, porque como un reciente artículo sugiere, el arte perdido de la introspección –incluso soñar despierto– puede ser una parte cada vez más valiosa de la vida.
En el artículo, publicado en la edición de Julio de Perspectives on Psychological Science, una revista de la “Associatión for Psychological Science”, la científica psicológica Mary Helen Immordino-Yang y sus colegas examinan la litertura científica existente en la neurociencia y ciencia psicológica, explorando lo que ocurre cuando nuestro cerebro está «en reposo».
En los últimos años, los investigadores han explorado la idea de descanso mirando a la llamada “red neuronal por defecto”, una red que es notablemente más activa cuando estamos en reposo y nos centramos hacia el interior. Los resultados de estos estudios sugieren que las diferencias individuales en la actividad cerebral durante el reposo se correlacionan con los componentes de funcionamiento socio-emocional, como la auto-conciencia y el juicio moral, así como diferentes aspectos del aprendizaje y la memoria. Immordino-Yang y sus colegas creen que la investigación sobre el cerebro en reposo puede dar pistas importantes sobre la importancia de la reflexión y el tiempo de silencio para el aprendizaje.
“En la educación nos centramos en el mundo exterior y no nos fijamos mucho en las capacidades de reflexión y atención enfocadas al interior, pero el enfoque hacia el interior afecta a la forma en que construimos los recuerdos, damos sentido y transferimos ese aprendizaje a nuevos contextos” dice Immordino-Yang, catedrática de educación, psicología y neurociencia en la University of Southern California. ¿Qué estamos haciendo en las escuelas para apoyar que los niños miren hacia adentro?
La investigación acumulada sugiere que las redes que subyacen a un enfoque hacia el interior frente al exterior probablemente son interdependientes, y nuestra capacidad para regular y moverse entre ellas probablemente mejora con la madurez y la práctica. Mientras que la atención hacia el exterior es esencial para llevar a cabo las tareas y el aprendizaje de lecciones en el aula, por ejemplo, la reflexión y la consolidación que pueden acompañar la mente errante es igualmente importante, promueve un desarrollo sano y aprendizaje a largo plazo.
“Es necesario el equilibrio entre la atención hacia afuera y hacia adentro, ya que el tiempo dedicado a dejar la mente vagar, reflexionar e imaginar también puede mejorar la calidad de la atención hacia el exterior que los niños pueden mantener”, dice Immordino-Yang.
Sus colegas y ella argumentan que la introspección consciente puede llegar a ser una parte efectiva del currículo de la clase, proporcionando a los estudiantes las habilidades que necesitan para participar en el proceso constructivo interno y la reflexión productiva. Las investigaciones indican que cuando a los niños se les da el tiempo y las técnicas necesarias para la reflexión, a menudo se motivan más, se vuelven menos ansiosos, realizan mejor los exámenes, y planifican con mayor eficacia el futuro.

Y la reflexión consciente no sólo es importante en un contexto académico; es también esencial para nuestra capacidad de dar sentido al mundo que nos rodea. La atención hacia el interior es un factor importante en el desarrollo del pensamiento y el razonamiento moral, y está vinculado con el bienestar general socio-emocional.
A Immordino-Yang y sus colegas les preocupa que las altas demandas de atención de los apresurados entornos urbanos y digitales puedan estar socavando sistemáticamente oportunidades para los jóvenes de mirar hacia dentro y reflexionar, y que esto podría tener efectos negativos en su desarrollo psicológico. Esto es especialmente cierto en una época en la que las redes sociales son una presencia constante en el día a día de los adolescentes.
“Imponer constantemente exigencias de atención excesivamente altas en los niños, ya sea en la escuela, a través del entretenimiento, o por medio de las condiciones de vida, pueden robarles oportunidades de avanzar desde pensar en “lo que pasó” o “como hacerlo” hasta construir conocimiento sobre “lo que esto significa para el mundo y para la forma en que vivo mi vida”, escribe Immordino-Yang.
Según los autores, tal vez la conclusión más importante que puede extraerse de la investigación sobre el cerebro en reposo es el hecho de que todo descanso no es ociosidad. Mientras que algunos podrían sentirse inclinados a ver el descanso como una oportunidad perdida para la productividad, los autores sugieren que la reflexión interna constructiva es fundamental para el aprendizaje de las experiencias pasadas y apreciar su valor para elecciones futuras, permitiéndonos comprender y gestionarnos en el mundo social.
Fuente: aps