Por Gema Salgado. Periodista especializada en salud mental
Frank Kinslow enseña a encontrarse con el poder curativo de la conciencia pura mediante el “no hacer”, algo que paradójicamente no resulta tan fácil.
Frank Kinslow es médico quiropráctico, amante de la física de partículas y creador del método “quantum entrainment”, que se basa en el poder sanador de la conciencia. Lo explica con detalle en el libro La curación cuántica (Ed. Sirio). Pudimos conversar con él y conocer a un hombre amable y metódico, extravertido, sencillo, elegante y con un porte que transmitía serenidad. Sus brillantes ojos azules y sus gestos pausados delataban una gran riqueza interior y una vida dedicada al conocimiento. Disfrutamos enormemente de su conversación.
Frank Kinslow propone una técnica cuyo fin último es conseguir un estado de calma capaz de despertar la conciencia pura o descubrir “la nada de la que surge todo” y dejar que aparezcan lo que él ha dado en llamar eumociones. Se trata de emociones positivas tales como la alegría, la calma interior o el amor, capaces de ejercer por sí mismas efectos sanadores. No se trata de una terapia de manipulación manual ni energética, sino de descubrir el poder curativo de la paz absoluta y del no hacer.
“El descanso es el sanador universal”
Afirma que la conciencia pura puede sanar nuestros males físicos y psíquicos, algo que ya preconizaban filosofías y sabios de otras épocas. ¿Cómo llegó a las conclusiones que se reflejan en su libro? ¿Cuál ha sido su evolución personal hasta concretar esta obra?
Desde los ocho o nueve años empecé a tener muy presente que formaba parte de una conciencia más amplia y durante buena parte de mi vida he practicado diferentes técnicas de meditación para poder encontrar esa conciencia pura. Después de 35 o 40 años de buscar arduamente me di cuenta de que si la conciencia pura está en todas partes durante todo el tiempo, no se debería trabajar para encontrarla. Dejé de intentar buscarla, porque intentar es una actividad. Entonces dejé de meditar, dejé de seguir diferentes filosofías, dejé de hacer ejercicios de respiración… y cuando lo dejé todo, allí estaba. El poder yacía en la simplicidad.
En los 70 pasó cinco meses meditando con Maharishi Mahesh y se hizo instructor de meditación trascendental. ¿Qué le aportó esa experiencia?
La meditación no era tan importante como la filosofía que me ofreció aquel gurú del yoga. Realizábamos una meditación basada en diferentes mantras, con lo cual confías en la meditación y en los mantras como parte de la práctica. Lo que descubrí más tarde es que estas dos cosas se interponían en el camino, ya que para experimentar la “Nada” uno lo que tiene que hacer es nada. Pero el tiempo que pasé con Maharishi fue muy valioso por los principios que aprendí, por su filosofía.

¿Y qué le revelaba esa filosofía?
Entendí que el descanso es el sanador universal; si no tienes descanso como parte de la prescripción de sanación, sea lo que sea que esté en desequilibrio (mente, cuerpo, entorno), no puede ocurrir la sanación. Otro hallazgo es que cuanto más profundo es el descanso más profunda es la sanación y que cuando tienes un mayor descanso es cuando eres consciente de la conciencia pura.
Quiroprácticos como John Demartini, Joe Dispenza o usted mismo han dejado esa terapia natural para crear métodos o impartir talleres que buscan la curación del alma. ¿A qué cree que es debido?
Los quiroprácticos salimos un poco de la norma. Para ejercer como quiropráctico tuve que hacer toda la carrera de medicina. También he sido profesor de Anatomía y Fisiología en la Universidad de Keiser, en Florida, donde vivo. Pero detrás de la quiropráctica, de su filosofía, hay un elemento universal. Debido a esos principios puedes ir más allá del ámbito físico (al nivel de la conciencia, por ejemplo) e influir luego en lo físico.
La sintonía cuántica
¿Por qué llama a su método “quantum entrainment”, que podríamos traducir por “sintonía cuántica”?
Quantum se refiere a un área de vida muy sutil que va más allá de nuestros sentidos. La conciencia pura podría identificarse en la mecánica cuántica con el quantum, que es la unidad mínima de energía que puede transmitirse. David Bohm, el físico cuántico más apreciado por Einstein, describió la conciencia pura como un orden implícito que no es ni energía ni forma, pero todas las formas de energía provienen de ella. Esas formas de energía podemos ser tú, yo o el resto de la creación. Empleo el concepto quantum para recalcar esta idea de universalidad y de transmisión de energía y de conciencia. Y en cuanto al término entrainment, si usted estuviera haciendo “quantum entrainment” conmigo experimentaría la conciencia pura y yo también, sin hacer nada, y aquí es donde se produce esta sintonización sanadora.
Afirma que el poder de la “curación cuántica” se debe a que de alguna manera salimos de las limitaciones de la mente, provocadas por circunstancias personales y por las emociones negativas, y trascendemos esa ilusión, conectándonos a través de las eumociones con la conciencia pura de la que formamos parte. ¿Qué ocurre cuando nos damos cuenta de que el cielo nos escucha y encima puede sanarnos?
Yo no lo veo desde esta perspectiva. La conciencia pura no es algo externo a nosotros: está en todas partes y en todo momento. No necesitamos algo que esté fuera de nosotros. No estamos dándonos cuenta de que hay algo ahí fuera que pueda ayudarnos, sino que nos damos cuenta de que nosotros somos la ayuda. Con el quantum entrainment no hay que confiar en nada, ni depender de nada, ni en una filosofía, ni en un maestro.
La fe no juega pues ningún papel a la hora de conseguir resultados con este método…
No, la esperanza y la fe no se necesitan. Si quieres, puedes seguir teniendo fe, pero no es algo que sea necesario para que el método funcione.

¿Cómo se puede llevar a la práctica la curación cuántica? ¿Cuáles son los principales pasos para ello?
Cuando se acaba un taller y, tras lo aprendido, solo hay que dar un paso: trasladarnos de un nivel de conciencia común a la conciencia pura. Se trata de un proceso de no hacer. Para que el lector pueda entender qué es la conciencia pura se puede decir que nos aporta paz interior, silencio. Es una falta de actividad. Tanto la conciencia pura como la paz interior radican en la inactividad. El quantum entrainment es una manera de reducir la actividad hasta un nivel mínimo, y eso se produce de manera instantánea cuando se sabe cómo llevarlo a cabo.
Deme por favor alguna pista más explícita…
Siéntese cómodamente con los ojos cerrados y deje que sus pensamientos fluyan durante 10 o 15 segundos. Observe los pensamientos con sencilla inocencia, atentamente. Con el tiempo, sus pensamientos se sosegarán, se detendrán o desaparecerán del todo. Continúe observando tranquilamente lo que sucede. No tardará en sentir algo bueno, una eumoción (alegría, amor, éxtasis…). Debe observar este sentimiento con una clara pero sencilla inocencia. Limítese a observar qué ocurre, como si viera una película, y luego pruébelo también con los ojos abiertos moviéndose e interactuando con los objetos de su entorno.
Y en este punto, ¿cómo puede beneficiarse físicamente otra persona?
Para aplicar físicamente la técnica en otra persona puede acercarse a ella despacio y hacerle saber que va a tocarla con suavidad. No importa dónde coloque las manos: puede ser en la frente, el cuello, la espalda, el tórax, o en una zona dolorida o lesionada… déjese llevar por la intuición. Pídale a la persona a su vez que se deje llevar, que deje vagar su mente adonde quiera ir, sin intentar ayudar. Una vez que sus manos descansen firme pero suavemente sobre el cuerpo de la persona retome el ejercicio que hicimos anteriormente, observando sus pensamientos con atenta inocencia y manteniendo la conciencia de su eumoción o conciencia pura. Recuerde que no está sanando a nadie ni creando ningún tipo de energía curativa. La conciencia pura no necesita de nuestra ayuda.
¿La paz aparece cuando dejamos de controlar?
Así es. Cuando nos liberamos del deseo de controlar, no solo obtenemos paz interior, sino que también prosperamos en lo exterior.
¿Recuerda algún caso de sanación que le haya sorprendido especialmente?
Hay muchos, pero un buen ejemplo es el de un tenista que se rompió un disco intervertebral, le presionaba el nervio y le dolía. Telefoneó a mi mujer para que le diera un masaje (mi esposa es masajista profesional) y ella le dijo que no le podía hacer un masaje en ese momento porque su dolor era intenso, pero que yo aplicaba el quantum entrainment y que podía probar. Él aceptó sin demasiadas expectativas. Fuimos a su casa, el hombre no podía sentarse y tampoco tumbarse: si se tumbaba no podía levantarse. Antes, cuando había tenido esta lesión necesitaba cada vez más tiempo para recuperarse. Primero cuatro semanas, luego ocho… Probé durante dos o tres minutos y luego le pedí que se incorporase del todo. Él me miraba como si yo estuviera loco. Se puso erguido casi totalmente y luego lo repetimos dos o tres veces más. La inflamación casi desapareció. Le pedí que reposara tres días y que luego telefonease a mi mujer para darse un masaje cuando hubiera desaparecido la inflamación. A los tres días nos llamó… pero desde la pista de tenis. También hay un campeón europeo de tenis trabajando con nosotros al que le estamos haciendo quantum entrainment en la rodilla. De esta manera ha evitado tener que pasar por el quirófano.
¿En enfermedades graves también ayuda?
Siempre ayuda, sobre todo a entender y aceptar lo que ocurre. Lo más importante es que se logra que el cuerpo descanse profundamente a múltiples niveles. Y el cuerpo obtiene un gran beneficio de ese descanso.
Fuente: www.cuerpomente.com