Pip Herbst

Hay muchas razones que acercan a las personas a una clase de yoga, y la parte emocional y mental juegan un papel muy importante. Además de mejorar la condición de nuestro cuerpo, el yoga es una herramienta fabulosa para sentirnos mejor.

Cada vez son más las personas que recomiendan el yoga: amigos, familiares, médicos… Pero, ¿sabías que además de tener beneficios para tu físico también es bueno para tu salud mental? A lo mejor incluso has sentido estos beneficios en tu propia piel. Puede que hayas escuchado que el yoga mejora tu conocimiento de ti mismo, reduce los síntomas de estrés, ansiedad y depresión y mejora tus relaciones personales. Organizaciones como laNHS (sanidad pública británica) y Harvard lo reconocen.

Pero, ¿te has parado a pensar en cómo funciona? Miremos a la ciencia detrás de cómo tu práctica de yoga puede estar ayudando a tu mente.

LA CIENCIA DE LA RESPIRACIÓN

La respiración es uno de los aspectos más importantes de la práctica de yoga. Cuando controlamos nuestra respiración y cambiamos la forma en la que respiramos podemos reducir niveles de estrés y ansiedad, acercándonos a ese estado de calma y paz en nuestra mente que tanto nos gusta. ¿Cómo funciona? Cuando respiramos, el nervio vago (un nervio larguísimo que va desde nuestra cabeza hasta el abdomen) manda señales al cerebro.

Cuando nuestra respiración es rápida, el nervio vago envía un mensaje de estrés y el Sistema nervioso simpático se activa.

Cuando comienzas a respirar más lentamente, como se nos invita a hacer en yoga, el nervio vago envía una señal diferente, diciéndole a tu cebero que estás relajado. Esto a su vez aumenta la respuesta de tu Sistema nervioso parasimpático, responsable de la función de “descanso y digestión”. Tu cuerpo desvía la energía a reparar tu organismo, baja el pulso y relaja los músculos de tu cuerpo y de tu sistema digestivo.

Tómate una pausa y presta atención a cómo estás respirando en este momento. ¿Es de forma rápida y poco profunda? Intenta hacer que tu respiración sea más lenta, deja que el aire llegue hasta tu vientre, inhalando y exhalando por la nariz.

SONIDOS

Muy a menudo escuchamos música cuando entramos en una clase de yoga. Los profesores de yoga suelen usar música tranquila y relajante (o a lo mejor más estimulante también) que acompaña el ritmo de sus clases. La música tiene el poder de cambiar la actividad de nuestro cerebro y provocar cambios. La música tiene el poder de ayudarte a sentirte más tranquilo, o estresarte o ponerte triste, nostálgico o motivado durante una sesión de ejercicio físico.

Hay numerosos estudios sobre este tema. Algunos dicen que la música tiene más poder que medicinas para calmar a un paciente antes de una operación. Reduce los niveles de las hormonas de estrés en el cuerpo y favorece la producción de inmunoglobulina A, uno de los principales anticuerpos del organismo. Otro estudio muestra que pacientes conectados a una máquina respiratoria que escucharon música relajante durante media hora registraban niveles de estrés más bajos que aquellos que descansaron sin escuchar música. Por supuesto, puede que prefieras practicar yoga en un lugar silencioso, y esa es una muy buena opción también.

OLORES Y EL AMBIENTE

Distintos olores tienen la capacidad de cambiar cómo nos sentimos. Se cree que los olores pueden cambiar nuestro estado anímico. Algunos profesores de yoga utilizan aceites esenciales en sus clases o usan un difusor o incienso para llenar la sala de olores relajantes.

LA MENTE Y EL MOVIMIENTO

¿Has oído a alguien decir que se va a dar una vuelta para despejarse? O lo has hecho tú mismo? Está probado que el simple acto de mover tu cuerpo reduce los niveles de estrés y ansiedad, y aumenta una sensación de bienestar. Se recomienda un mínimo de 150 minutos de ejercicio a la semana. Esto se traduce en 20 minutos al día, e incluye cualquier tipo de movimiento. Sólo 10 minutos andando rápido son suficientes para generar un cambio en nuestro estado de ánimo. El sistema sanitario británico recomienda el ejercicio físico para combatir los síntomas de depresión y aumentar nuestro bienestar, ya que cambia la composición química en el cerebro y nos acerca a una sensación de bienestar.

Cada vez que realizas ejercicio físico, generas endorfinas. Éstas no sólo disminuyen tu percepción del dolor, sino que contribuyen a una mentalidad positiva que te hace sentir bien. Existe evidencia de que el yoga incrementa la actividad del GABA, un neurotransmisor que tiene una actividad baja en personas con ansiedad.

El ejercicio físico no tiene que ser difícil o de alta intensidad. Es importante disfrutar del tipo de ejercicio que practicamos. Yoga puede ser una forma de ejercicio suave de bajo impacto y hay diferentes estilos para gustos diversos. Lo bueno del yoga es que puede ser adaptado a las necesidades de cada persona.

UN SENTIMIENTO DE COMUNIDAD

La soledad es un sentimiento que sigue creciendo entre nosotros. Muchos pasamos bastante tiempo en casa sin ni siquiera conocer a nuestros vecinos. Y cada vez pasamos más tiempo usando tecnologías y nuestros teléfonos, sin conectar en persona. Somos bombardeados por imágenes en internet y redes sociales de vidas perfectas y artículos meticulosamente editados por nuestros amigos online. Todo esto nos deja sintiéndonos como si no pudiésemos conectar con personas a un nivel más allá de lo superficial, y también que la vida de los demás es mucho mejor que la nuestra. Y en consecuencia, todo esto afecta a nuestra salud mental y se convierte en un círculo vicioso.

Lee esta cita de mentalhealth.org: “Sentirse solo no es un problema de salud mental en sí, pero los dos están fuertemente conectados. Si tienes algún problema de salud mental tienes más posibilidades de sentirte solo, y sentirte solo tiene un impacto negativo en tu salud mental”.

Practicar una actividad en grupo puede ser una buena solución. Conocerás a gente con inquietudes similares a las tuyas. Si te cuesta salir de casa puede ser beneficioso participar en foros online donde puedas hablar más fácilmente que en redes sociales sobre temas que te interesan. Yoga es una forma genial de conocer a gente que busca establecer conexiones con otras personas, ya que mucha gente llega a su práctica por razones similares a las tuyas. Cuando hacemos ejercicio en grupo nos puede ayudar a sentirnos más seguros y darnos cuenta de que hay más personas en nuestra situación.

El concepto de “Seva” en yoga también es importante. Se suele traducir como servicio desinteresado, y puede ayudarnos a encontrar la felicidad en conectar con los demás y ayudar a formar amistades y relaciones personales basadas en la confianza. Una vez comienzas a practicar yoga puede que veas que por dentro todos somos iguales y que encuentres una sensación de felicidad en la ayuda a los demás

CONCLUSIÓN

A lo mejor pensabas que el yoga es algo muy “new age” que no hace más que ayudarte a ser flexible. Esperamos que este artículo te haya mostrado una visión alternativa de que el yoga, en realidad, es una herramienta increíble que podemos usar para mejorar nuestras vidas, para sentirnos más conectados con los demás y reducir síntomas de problemas de salud mental. Es hora de que vayamos a nuestra esterilla, disfrutemos de sus beneficios y los percibamos en nuestro día a día.

 

 

Fuente: Yoga Quota