Por Pilar Ínigo, directora de la Escuela de Formación de profesores de Yoga y Yogaterapia, Zaragoza.

Sus primeros años

Nació en 1887 en Pattamadai, Tamil Nadu al sur de la India. Su nombre original era Kuppuswami. Se cuenta de él que en su juventud era un estudiante brillante además de un buen gimnasta. Tenía una inclinación natural a las prácticas religiosas y espirituales. Sus padres eran devotos de Siva y toda la familia se reunía dos veces por día para orar y cantar kirtan.

Kuppuswami tenía un espíritu desinteresado que le llevó a especializarse en la profesión médica. Puso gran entusiasmo en aprender y asimilar sus estudios, y hasta tal punto se ganó el respeto de sus profesores, que le invitaron a atender las consultas cuando aún cursaba su primer año en la escuela médica.

 

Doctor Kuppuswami

Una vez acabados los estudios de medicina, el joven doctor se trasladó a Malasia, donde asumió en poco tiempo la responsabilidad de la dirección de un hospital. Kuppuswami adquirió renombre como excelente doctor y como persona de grandes cualidades humanas. En numerosas ocasiones renunció a cobrar las consultas a los pacientes pobres que no podían permitirse pagar sus servicios y a menudo repartió gratis medicamentos entre enfermos necesitados.

Cierto día, el Dr. Kuppuswami tuvo la oportunidad de curar a un Sannyasin errante (renunciante), que a cambio le instruyó en Yoga y Vedanta. A partir de ese momento su vida cambió, y poco a poco se fue volviendo más introspectivo y comenzó a meditar sin interrupción sobre las grandes cuestiones de la vida. Comprendió que su ayuda a los demás debía trascender el aspecto físico y abarcar un nivel más profundo, ayudando a las personas a encontrar el remedio contra todo sufrimiento.

 

EL SANNYASSIN SWAMI SNANANDA

Atraído por el crecimiento y el conocimiento en el campo espiritual, Kuppuswami se dirigió al norte de la India en busca de su Gurú. Después de estar un tiempo en Varanasi (Benarés), viajó al norte del Himalaya. Allí, en la ciudad santa de Rishikesh, (que quiere decir “morada de los sabios“), Kuppuswami encontró a su Gurú, quién le dio sannyas (un monje que hace votos de renuncia). Después de que hubo tomado estos votos, Swami Sivananda Saraswati, como fue conocido en adelante, comenzó una intensísima sadhana (práctica espiritual), practicando a diario y fundamentalmente desarrollando tapas (austeridad). Casi al final de este periodo muchos compañeros renunciantes se sentían ya atraídos por la enseñanza y la inspiración espiritual de Sivananda.

A partir de entonces, se convierte en uno de los más prolíficos maestros de yoga de todos los tiempos. Aunque salió en muy pocas ocasiones de la pequeña ciudad de Rishikesh (sólo dos viajes por India y ninguna al extranjero), las enseñanzas de Swami Sivananda se propagaron rápidamente por todo el planeta, por un lado debido a la difusión que de ellas hacían sus discípulos, y por otro por los más de 200 textos que escribió personalmente.

SU OBRA ESCRITA

Siempre a mano, no usando nunca la máquina de escribir, expone y analiza la filosofía yóguica y sus aplicaciones en la vida diaria desde diferentes puntos de vista: libros para escolares, libros sobre Kundalini Yoga, Hatha Yoga, el Bhagavad Gita, los Upanishads, los Brahma Sutras y el Raja Yoga. En este último ha tratado de interpretar los Yogas Sutras de Patanjali con sencillos comentarios que pudieran ser entendidos por un público más amplio. “Senda Divina” es una de sus principales obras. En su introducción queda ya patente el estilo directo y enérgico de Sivananda, y a lo largo del mismo, todo tema de relevancia sobre la senda espiritual es tratado en capítulos independientes ordenados alfabéticamente. Así, el primer capítulo está dedicado a la mujer, y en él puede leerse:

La mujer es la gran obra de Dios… “. “La mujer es una mezcla misteriosa de dulzura, suavidad y gracia. Es un conjunto de servicio, paciencia y amor “. “Es el encanto y la magia tentadora de maya.. “. “Sin ella, la casa está vacía. Sin ella, este mundo pierde todo su encanto. Sin ella no habría creación“.


Sobre la música escribe:

La música es el medio para expresar la emoción. La música enciende el amor e infunde esperanza. La música está presente en los corazones de todos los hombres y mujeres… “. “El sonido es la primera manifestación de lo Absoluto”. “Es Nada (vibración)”.

Yoga. Las distintas notas musicales tienen sus nadis o canales sutiles correspondientes en los Chakras. La música hace vibrar estos nadis, los purifica y despierta la fuerza psíquica y espiritual en ellos adormecida… “.

Sobre el OM:

OM es el monosílabo sagrado, Es la letra mística. Es el Akshara inmortal. En OM descansa el mundo. En OM vivimos y nos movemos. En OM nos retiramos a descansar. En OM resolvemos nuestra búsqueda“.

Sobre la oración:

La oración consiste en dar una oportunidad a Dios para que consuele al devoto. La oración es el alivio a la tristeza de tu corazón abriéndolo a Dios. La oración consiste en esperar que Dios decida lo que es mejor para ti cuando estás en un dilema. El hombre aprende la oración a través de la desesperación… “. “Orar no consiste en pedir, sino en comulgar con Dios a través de una devoción plena “.

En general todos los temas que son de interés para un buscador espiritual los ha tratado Sivananda en su obra: la paz, el pecado y la virtud, el pensamiento; la naturaleza del prana y lo que supone su control, el ayuno y sus efectos purificantes. Sobre la doctrina de la reencarnación dice que es tan antigua como los Vedas. “Es el fundamento del hinduismo, el budismo y el yainismo… Los antiguos egipcios creían en ella. Los filósofos griegos hicieron de ella la piedra angular de su filosofía. Platón y Pitágoras creían verdaderamente en la doctrina de la reencarnación. La han defendido filósofos como Kant, Schelling y Schopenhauer. La sostuvieron teólogos como Julius Muller, Dorner y Edward Becher“.

Sobre la sadhana, dice Sivananda que constituye el propósito por el que hemos venido a este mundo. Insiste en sus escritos que en el camino hacia la perfección no existe diferencia entre cuerpo, mente y alma; sólo una alerta vigilancia y un organismo sensible pueden estimular y mantener viva la agilidad y adaptabilidad del intelecto. Deja sentado que un cuerpo bien adiestrado es condición indispensable para el cultivo de las emociones y la espiritualidad. Sobre el proceso de la meditación dice: “No puede llegarse al Conocimiento sino por medio de la meditación. El aspirante ha de rebuscar hasta en su propia alma y entonces se manifiesta la verdad… “.

Por medio de la práctica constante de la concentración y la meditación, la mente se vuelve tan pura y transparente como un cristal“.

Escribió con un estilo muy directo y lleno de dinamismo y energía. Sus libros ayudaron y ayudan a muchas personas a transformar profundamente sus vidas.

RAJA YOGA

Para Sivananda el Raja Yoga es el rey de todos los Yogas. Trata en particular acerca de la mente. “El Yogui se sienta cómodamente, observa la mente y silencia sus pensamientos en ebullición. Aquieta la mente y apacigua las olas del pensamiento, entrando así en el estado de no pensamiento, o Asamprañata Samadhi“. El Raja Yoga se llama también Ashtanga Yoga, o el Yoga de las ocho etapas. Son: Yama, Niyama, Asana, Pranayama, Pratyahara, Dharana, Dhyana y Samadhi.

Yama y Niyama

Son los pasos más importantes preliminares en la práctica de la meditación. Si no te has establecido en ellos, dice Sivananda: “Simplemente te romperás las piernas si tratas de correr hacia la meditación y el Samadhi. Pero no puedes esperar a perfeccionarte en todos los Yamas y Niyamas, pues tomaría toda una vida practicar incluso uno solo de los Yamas. Por tanto, tendrás que ir practicando Yama y Niyama, y, al mismo tiempo, seguir con la concentración y la meditación, aunque no estés plenamente establecido en aquéllos“.

Asana y Pranayama

Después de Yama y Niyama viene Asana. Patanjali no concede mucha atención a las Asanas. Prescribe simplemente una postura para sentarse firme y confortable. Sólo pretende que consigas una postura cómoda, en la que puedas sentarte durante mucho tiempo sin dejar que el sueño te venza.

En el Hatha Yoga existen muchas asanas y ejercicios de Pranayama. Sivananda propone cuatro ejercicios fáciles e importantes de Pranayama: El primero es un Pranayama muy fácil, llamado Sukha Purvaka. Se puede practicar incluso echado sobre la cama. “Inspira con comodidad cuanto aire puedas, a través de ambas fosas nasales, retenlo cómodamente y luego espira“. El siguiente Pranayama es Sandhya Pranayama o Anuloma Viloma Pranayama. “Inspira a través de la fosa nasal izquierda, retén la respiración y luego espira a través de la fosa nasal derecha; inspira entonces a través de la fosa derecha, retén y espira a través de la izquierda. Eso constituye una vuelta de este Pranayama. La proporción entre Puraka, la inspiración, Kumbhaka, la retención, y Rechaka, la espiración, debe ser de 1:4:2“.

El tercer tipo es Bhastrika, que consiste en una espiración e inspiración rápidas, como el movimiento de un fuelle. “Incluso una sola vuelta de Bhastrika te vigorizará en pocos segundos“. El cuarto tipo es Sitali. “Forma un tubo con tu lengua e inspira a través de ella, retén y luego espira. Sitali es muy bueno en verano. Refresca instantáneamente tu organismo y purifica tu sangre“. Swami Sivananda decía que si se practican estos pranayamas durante un tiempo considerable, Kévala Kumbhaka sobrevendrá por sí sola. Kévala Kumbhaka es Kumbhaka sin Puraka ni Rechaka; es decir, la retención de la respiración sin inspiración ni espiración. La mente se vuelve muy firme después de este pranayama.

Pratyahara

Pratyahara significa abstracción. Consiste en abstraer los sentidos de los estímulos externos. Los sentidos se absorben en la mente, que se ha vuelto pura por medio de la práctica de Yama, Niyama y Pranayama. “Cuando los lndriyas se abstraen de los objetos, puedes entonces fijar la mente en un punto. Pratyahara y Dharana son interdependientes“.

Dharana, Dhyana y Samadhi.

Dharana es fijar la mente en algo externo o interno. “Habiendo controlado el Prana por medio del Pranayama y los Indriyas por medio de Pratyahara, debes tratar de fijar la mente en algo. Dharana solamente puede realizarse si estás libre de distracciones mentales”.

Tras Dharana viene Dhyana. En Dhyana dejas que la mente permanezca en el mismo pensamiento“. Sivananda remite al capítulo sexto de la Bhagavad Guita, donde aparece una bella descripción del proceso de Dhyana, y dice: “Acude a un lugar de reclusión secreto. Fabrícate en él un asiento ni muy alto ni muy bajo. Frena los sentidos. Aquieta la mente. Mantén el cuerpo erguido, con la cabeza, el cuello y el tronco formando una línea recta. Mira hacia el Trikuti, o entrecejo. Cierra las avenidas por las que fluyen los sentidos hacia el exterior. Fija tu mente en el Señor o el Ser, que se halla asentado en tu corazón. Retén la respiración en la coronilla por medio de la práctica de Kevala Kumbhaka. Entonces conseguirás una concentración de mente perfecta. Entrarás rápidamente en Dhyana y Samadhi“.

Estos tres juntos (Dharana, Dhyana y Samadhi) conforman Samyama. Los tres constituyen el Antaranga Sadhan del Raja Yoga.

La enseñanza sobre el Raja Yoga, que Sivananda trasmite, dice que a través de la práctica de Samyama se puede penetrar en la verdad de aquello sobre lo que se medita.

La esencia del Yoga fue sintetizada por Swami Sivananda en la siguiente frase:

Sirve, Ama, Da, Purifícate y Medita“.

Swami Sivananda murió en 1963. En 1957 había enviado a Occidente a su discípulo Swami Vishnu Devananda (1927-1993), quien fundó los Centros Internacionales de Yoga Sivananda, para impartir las enseñanzas del maestro. En la actualidad hay centros de Yoga Sivananda Vedanta en América, Europa y Asia.

 

Contempla la vida como un todo. Toda la vida es una. El Señor respira en toda vida. Todo es una misma cosa.
El mundo es un sólo hogar. Todos somos miembros de una misma familia.

La creación entera es un todo orgánico.

Sonríe junto a la flor y la verde hierba. Juega con las mariposas, los pájaros y los ciervos.

Tiende tu mano a los arbustos, los helechos y las ramas de los árboles. Habla al arco iris, al viento, a las estrellas y al sol.
Conversa con los riachuelos saltarines y con las olas del mar. Habla con el bastón.

Hazte amigo de todos tus vecinos, de los perros, los gatos, las vacas, los seres humanos, los árboles, las flores, etc.
Entonces disfrutarás de una vida amplia, perfecta, rica y plena. Realizarás la unidad de la vida.

Apenas puede describirse con palabras. Tendrás que sentirlo por ti mismo“.

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