Para la comprensión del funcionamiento del Universo es elemental conocer las 7 leyes o principios herméticos, legados a la humanidad por Hermes Trismegisto, que fueron recogidos en 1908 en el Kybalión por un grupo anónimo de personas autodenominado Los Tres Iniciados.
Hasta esa fecha los principios herméticos sólo fueron a lo largo de los siglos transmitiéndose por vía oral a unos pocos, manteniéndose de forma secreta para la gente que no estaba preparada para comprenderlos.