Summerhill es una escuela de todo el día, para menores de edades comprendidas entre 5 y 17 años. A diferencia de la escuela tradicional, en Summerhill se da más valor a la estabilidad emocional que a la adquisición de conocimientos.
Neill, su fundador, deseaba darle a los menores la oportunidad de decidir por sí mismos cómo organizar su vida, sin estar sometidos a prescripciones de padres o profesores. En Summerhill la asistencia a clase es voluntaria, uno de los motivos por los que la institución es tan controvertida.
Las tres características principales de Summerhill son autoorganización, autoaprendizaje y autodeterminación de valores morales. El principio que impera es la libertad en la educación.
Neill revela que la educación impuesta por el gobierno ignora casi por completo las emociones de la vida, cosa que conlleva al odio. Sólo se educa el cerebro, dice: “si nos permitieran liberar las emociones y el intelecto, los niños se desarrollarían solos”.
Plantea que el niño es bueno de nacimiento, que no hay niños problema sino padres y profesores problema. Que las nuevas generaciones podrán vivir en paz y libertad, si es que las generaciones actuales no destrozan el mundo.
Neill era partidario de educar a los niños en libertad y autonomía, que no es lo mismo que libertinaje, que es dejar que el niño haga lo que quiera.
Según Neill actualmente la vida es un curso entre los que niegan la vida y los que realmente creen en ella. De los que la niegan sale el niño problema, y de los que en ella creen, el niño sano.
La educación de Summerhill, demuestra que el niño libre es más sincero, dice lo que piensa sin miedo. El niño que crece sin miedo, puede dar su opinión sin ninguna represión.