Entrevista con el Maestro de Yoga Jawahar Bangera
Texto y fotos: Fernando García Aguinaco.
Jawahar Bangera nació en 1950 y practica yoga desde 1969, cuando su familia estudiaba directamente con B.K.S. Iyengar quien daba clases en Mumbai, India. Sus primeros maestros fueron además del mismo Iyengar, estudiantes Senior, como Burzo Taraporewala.
Jawahar valora inmensamente haber iniciado directamente su práctica con B.K.S. Iyengar a quien llama Guruji. La terminación “ji” refiere cariño y respeto. Esta relación parece ir más allá de la enseñanza de yoga, pues en la sala de su departamento en Mumbai se encuentran fotos en las que aparece la familia de Jawahar con Guruji de viaje.
“Por la gracia de Guruji”
Jawahar dice repetidamente “por la gracia de Dios” y en esta entrevista añade la importancia de tener también la gracia del gurú.
-¿Por la gracia de Dios?
Sí, por la gracia de Dios y ¡la gracia de Guruji!
-¿Mientras tanto estabas en otro trabajo?
Sí, tenía un negocio familiar. En ese entonces, las clases de yoga que enseñaba eran fuera del horario de oficina. Así me acomodaba bien. No interferían con mi trabajo.
-¿Cuántos años después decidiste trabajar exclusivamente como maestro de yoga?
En 2002 cerramos nuestro negocio. En ese tiempo las clases ya estaban en marcha. Entonces, pensé, ¿por qué no solamente continúo enseñando? y de nuevo por la gracia de Dios funcionó. Y así he continuado desde 2002 ¡Tiempo completo!
-¿Fue un gran cambio en tu vida?
No en realidad, porque ni siquiera sentí la transición. Solamente ocurrió de manera fluida. Un día estaba yendo a la oficina, luego decidimos cerrar el negocio y el yoga continuó. Yo sólo comencé a dar mi atención usual a las clases de yoga.
-¿No hubo sacrificio alguno?
No, una vez más por la gracia de Dios [breve silencio] … y por supuesto no sólo la gracia de Dios también se necesita la gracia del gurú.
-¿Cuántas clases por semana recomiendas que tome un estudiante principiante?
Para un estudiante principiante diré que, si es posible, tome al menos dos clases, con un intervalo de dos días. Así se mantiene la continuidad…hasta que desarrolle una práctica personal.
-¿Cuándo sugieres que un estudiante comience su propia práctica?
Cuando el maestro observa que el estudiante es capaz de comprender la asana y cómo debe ser practicada, entonces es seguro decirle al estudiante que puede comenzar una práctica personal …Tomará algunos meses para que adquiera una comprensión suficiente de los fundamentos. Una vez que entiende los conceptos básicos y el profesor se percata de ello, entonces está bien.

En todas sus clases, Jawahar hace una pausa para sustentar sus enseñanzas en algún Yoga Sutra de Patanjali. “Cuando citas los Yoga Sutras los estudiantes obtienen un conocimiento -dice Jawahar. Así, entienden que lo que están aprendiendo en la clase ya ha sido escrito. Saben por qué practicamos en la forma que practicamos… ¿Cómo se va a progresar? -acota Jawahar- El progreso sólo puede venir si sabes cómo empezar. Por ejemplo, primero es la estabilidad, luego la comodidad, sthira y sukha. Entonces puedes entender cuando mantienes la postura, cómo la mente penetra de lo externo a lo interno y desde el interior al exterior. Desde annamaya kosa [capa más física del cuerpo] a anandamaya kosa [la capa más sutil del cuerpo] y viceversa. Entonces, entenderás lo que dicen los sutras. Ese es el fondo. De lo contrario, permanecer estable durante 10 minutos en Sirsasana [parado de cabeza] carece de significado. Por lo tanto, la referencia debe ser impartida. ¿Por qué estás haciendo lo que estás haciendo? Esa referencia está en los Yoga Sutras”.
Yama, niyama y asana para el beneficio de la humanidad
-¿Cómo sientes que la práctica del yoga puede beneficiar a una comunidad o, incluso, en una perspectiva más amplia, a la sociedad?
No se puede iniciar a gran escala. El individuo es parte de la sociedad. A medida que el individuo mejora, los otros toman su ejemplo. Y así es como se comienza a expandir. No se puede de inmediato decir a todo el mundo que debe hacer yoga.
El estudiante de yoga tiene que practicar primero yama y niyama. Yama [las disciplinas éticas del yoga] (ahimsa – no violencia, satya – verdad, asteya -no robar o apropiarse de algo indebidamente, brahmacharya – continencia y aparigraha -sin codicia) son para la armonía en la sociedad.
Niyama [observancias éticas individuales] (saucha-Limpieza, santosha – contento, Tapas– disciplina con devoción, svadhyaya -estudio del Sí-mismo e Ishvara Pranidhana – entrega de uno mismo al absoluto) son para la práctica personal.
Así, los primeros cinco los haces por los demás. Los cinco siguientes los haces para ti mismo. Así es como la armonía se mantiene. Como estudiante de yoga se espera que sigas yama y niyama. Al seguirlos, uno se convierte en un estudiante de yoga, si sigues este sistema, los demás que te están observando, tomarán tu ejemplo y lo seguirán. Y así es como gradualmente la sociedad se puede beneficiar. Mientras la gente sea egoísta y codiciosa, nada va a funcionar.
Por lo tanto, a partir de yama toda la sociedad se puede beneficiar. Todo lo que hay que hacer es poner estos principios en práctica. Así cuando los sigues, la sociedad se beneficia, la humanidad se beneficia. Así es como el yoga ayudará a cambiar y dejar una huella en la sociedad.
-¿Las yogasanas ayudan a la gente a entender más claramente yama y niyama?
Sí. Sólo toma el ejemplo de la violencia. Cuando eres agresivo en tu práctica te causas daño, entiendes el efecto de la violencia en ti mismo. Entonces no quieres causar violencia a los demás. Así que, por lo tanto, las asanas por sí mismas enseñan como ser no-violento contigo mismo, cómo ser honesto contigo mismo; cómo no exceder la energía en un lado y tener falta de ella en otro, lo que nos lleva a observar asteya, el principio de no robar. Cuando trabajas más fuerte en un lado, privas al otro lado de energía, lo que equivale a robar. En cambio, cuando se confina la energía dentro de ti, la energía circula a través de todo el cuerpo, lo cual alcanza el aspecto de brahmacharya, continencia, conservando y no permitiendo que la energía se disipe.

Por lo tanto los principios de yama se pueden aprender en la práctica de asanas. Es así como Guruji nos ha enseñado. Si comienzas a enseñar por decir “no seas violento, no robes, di la verdad, etcétera”, la gente no va a escuchar.
Pero cuando comienzan en la práctica de asanas a comprender los principios de yama y los principios de niyama se convierten en mejores seres humanos y empiezan a transformarse. Así es como se puede aprender. Por lo tanto, es una manera inversa de aprendizaje.
En realidad, Patañjali dice yama, niyama y asana. Esto significa que para estar capacitado para aprender el tema del yoga, incluso las asanas, se espera que se sigan primero los principios de yama y niyama, y entonces se está calificado para aprender asanas.
En este caso, ninguno de nosotros está calificado para las asanas, ya que no seguimos estos principios. Pero a medida que se comienzan a practicar asanas, se inicia la comprensión de los principios de yama y niyama y se comienzan a seguirlos. Es un proceso inverso, porque la sociedad ahora es así. En los primeros días la gente seguía el orden correcto de yama, niyama. Hoy nadie sigue yama y niyama pero de inmediato quieren hacer asanas. Por lo tanto, no importa, se deja que el estudiante venga (a clases). Siempre podemos corregirlos, hacerlos entender y luego se convierten en mejores ciudadanos. Una vez más la sociedad se beneficia de esa manera.
Sobre un maestro de yoga, Jawahar dice “Principalmente, debe ser sincero. Debe haber verdad y tiene que haber compasión en la enseñanza. Tener el mismo respeto por el alumno que tendríamos hacia uno mismo”.
Jawahar valora la actitud de servicio en un maestro de yoga y nos dice, “Si vas a ver la enseñanza de yoga como un negocio, entonces vas a pensar en la enseñanza del yoga como un negocio. Si lo miras como un servicio, entonces vas a hacer un servicio adecuado. Se debería estar más orientado al servicio. El dinero vendrá. Eso viene sólo por la gracia, la gracia de Dios, la gracia del gurú. Pero si el objetivo son las ganancias entonces se convertirá en una cuestión más empresarial. Por lo tanto, se tiene que equilibrar la actitud de uno como parte de la enseñanza. Mirar la parte de la enseñanza como un servicio noble. Entonces vas a hacerlo bien. La nobleza en el pensamiento es muy importante en la enseñanza, porque después de todo, la enseñanza es un tema noble. Por lo tanto, la nobleza debe estar allí en quien sea que esté enseñando”.

Recibir las recomendaciones de cómo hacer dandasana con la panorámica del Bosque de Chapultepec y la Ciudad de México instantes antes de descender súbitamente en un juego mecánico, es uno de los privilegios que hemos tenido algunos alumnos de Jawahar al acompañarlo a La Feria de Chapultepec y al parque de diversiones Six Flags.
-¿Por qué disfrutas tanto las montañas rusas?
La montaña rusa da una cierta clase de emoción, la velocidad, la aventura, los repentinos e inesperados giros y vueltas que ocurren como en la vida. La vida es también una montaña rusa. A veces estás arriba, a veces abajo, giras a un lado e inmediatamente te encuentras de cabeza. Así que disfrutas la vida al disfrutar de un paseo en montaña rusa.
Fernando García Aguinaco, maestro certificado de Yoga Iyengar, nivel IJII. Da clases de yoga en la Ciudad de México y retiros en Tepoztlán. Es autor de los blogs Namaskara Yoga o www.yogafernando.com y Una Vuelta por India.
Fuente: https://namaskara.blogs.com